" "

viernes, marzo 07, 2008

Pre-Cocineros



Antes de estudiar cocina es imprescindible investigar o conversar un poco del tema con alguien más experimentado, para así conocer realmente lo que vamos a hacer durante el resto de nuestras vidas.

De los 30 que éramos en la escuela de cocina, sólo sé de un cuarto de ellos que está ejerciendo en esto. No sé si no les gustó lo que vieron una vez que salieron o que realmente no era lo suyo. Lo bueno es que los que se quedaron lo están haciendo bien y eso es muy valorable.

La cocina siempre se está actualizando con nuevas técnicas, productos o preparaciones y es necesario seguir ese ritmo, como así también tratar de conocer otros lugares distintos al nuestro para darnos cuenta de cómo funcionan otras cocinas, otros productos, otras culturas y otras formas de preparaciones fuera de nuestro círculo original; como también es fundamental conocer y aprender acerca de todas las vinculaciones anexas en torno a la cocina como lo son bebidas, servicio, tabacos, cafés, chocolates, carnes, aceites, arroces, etc.

Muchas veces uno piensa en la cocina como un hobby y no como una profesión que realmente requiere agotadoras horas de trabajo físico y mental; o incluso más que eso, es algo que va a ser parte de nosotros de por vida.

En la escuela todo se ve fácil y relajado pero pocas veces nos hablan de la contradictoria vida culinaria, con el estrés, felicidad, cansancio, sorpresa, diversidad y entusiasmo que se sienten al estar en una cocina.

Este no es un trabajo normal. Acá no existe el horario de oficina o el desayuno en el bar más cercano. Aquí el tiempo siempre fluye en contra y es lo que más necesitamos. Las 10 o 12 horas que trabajamos siempre estamos ocupados haciendo cosas, y aunque tengamos todo hecho, siempre hay qué hacer. A diferencia que mientras los demás comen, nosotros trabajamos. Aquí no se cuestiona tener navidad, año nuevo o festivos en casa, pero aunque parezca inimaginable nos gusta y lo pasamos bien haciéndolo.

Muchas veces comparo la alta cocina con un ejército, pero en el buen sentido: todo muy ordenado, tranquilo, un prolongado silencio y disciplina.

Pero esto es sin lugar a dudas una importante ayuda a nuestro comportamiento y aprendizaje como personas. Además, se aprende realmente cómo se mueven los aspectos fundamentales, la fusión de elaboraciones y métodos vanguardistas de una cocina moderna.

Para mí, la cocina es lo mejor por lo que pude haber optado en mi vida. Es maravillosa y diariamente divertida, dinámica, sorprendente, versátil, audaz, novedosa y gratificante. Por eso, es fundamental al momento de inclinarse por el futuro, instruirse profundamente antes de tomar una decisión final ya que la cocina se vive día a día y, al igual que un tatuaje, la llevaremos siempre en nuestra piel.

 
" "