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viernes, noviembre 10, 2006

Tiempo de Sentidos

Se caen las hojas, se esconde el sol y la gente comienza la esperada búsqueda de un hongo con forma de tubérculo ,carnoso y revestido por una especie de corteza, estamos hablando de las trufas. Existen muchos tipos, la más conocida y apreciada es la trufa blanca (tuber magmnatum). Esta especie a diferencia de la negra es la única que no se puede cultivar, a pesar de múltiples intentos y solo se conserva unos pocos días después de su recolección. En la cocina se usa principalmente en frió ya que no permite la transformación con el fuego. Lo que la caracteriza no es su sabor sino el aroma, que se va imponiendo en los ingredientes que toca. El único problema es precio, un kilo de trufa blanca cuesta alrededor de 1000 euros el kilo, o quizás mas, la negra es un poco mas barata y muchas personas la prefieren, pero no es necesario comprar un kilo, con 20 0 30 gramos de trufa es suficiente, solo se utilizan unas pocas rodajas para dar sabor y aroma al plato. De hecho una amiga italiana me contaba que su familia compraba solo una o dos veces por temporada y que preferían la negra, no solo la trufa es un producto caro, además existen muchos otros, como el azafrán, algunas variedades de setas, la carne de wagyu o mariscos como el percebe. La dinámica no es gastar todo el dinero del mes en estas cosas, ni comerlas todos los días, si no en tratar de usar nuestros 5 sentidos en los variados e impredecibles productos que nos entrega la naturaleza.




 
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